Naciones Unidas .- América se mantiene dividida ante la posibilidad de una segunda ola de la pandemia, que deja ya unos 22 millones de casos y casi 670.000 decesos en el continente, y mientras unas naciones avanzan en su reapertura, otras han dado un paso atrás por el repunte de contagios.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó este viernes que el número de casos globales por covid-19 asciende a 52,1 millones y la cifra de muertos ronda los 1,26 millones.
América, sigue siendo la región más afectada, con 22 millones de casos y 669.000 muertes, frente a 14 millones de contagios y 328.000 fallecimientos en el continente europeo y 10 millones de casos y 152.000 muertes en el sur de Asia.
Por países, Estados Unidos sigue siendo la nación más afectada del mundo (10,6 millones casos y más de 243.000 muertes) y ya se habla allí de una tercera ola de covid-19. Le sigue la India, con 8,7 millones de positivos y más de 128.000 decesos; y Brasil, con 5,7 millones de casos y unos 164.000 fallecimientos.
La posibilidad del inicio de una segunda ola ha comenzado a ser barajada por Gobiernos y autoridades sanitarias ante el aumento de casos en países como Estados Unidos.
De hecho este viernes, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, quien esta semana advirtió de que la ciudad está «peligrosamente cerca» de una segunda ola de la pandemia, llamó a prepararse para un posible cierre de los colegios la semana que viene por la subida de los casos.
Con el aumento de los contagios, la ciudad también había ordenado cerrar bares y restaurantes a partir de las 10 de la noche.
En contraposición, el presidente Jair Bolsonaro volvió a minimizar hoy la posibilidad de que su país sufra una segunda ola de coronavirus, como ya alertan algunos científicos locales apoyados en un aumento de las hospitalizaciones en los últimos días.
Bolsonaro calificó la segunda ola, que ya sufren Europa y otras regiones del mundo, como «conversinha» (rumor o mentira) y dijo que si la enfermedad persiste «habrá que enfrentarla, porque si no va a quebrar la economía y Brasil será un país de miserables». EFE